«La Luna»
La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.
Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.
Jaime Sabines
Jaime Sabines Gutiérrez nació el 25 de marzo de 1926 en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, murió el 19 de marzo de 1999 en la Ciudad de México. Fue poeta y político, reconocido como uno de los grandes poetas mexicanos del Siglo XX. También se le conocía como «El francotirador de la Literatura» por pertenecer a un grupo de poetas que transformaba la literatura en realidad.
Octavio Paz lo calificó como uno de los mejores poetas contemporáneos de nuestra lengua, y Mario Benedetti lo consideraba como el más notable precursor de poesía coloquial en América Latina.
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