¿Sabías que existen monumentos dedicados a los perros de la calle o abandonados?, si, existen, los hay en diferentes partes del mundo, esto significa que ellos no son invisibles para todas las personas, por desgracia para la mayoría si lo son, y cuando se hacen visibles es sólo para humillarlos aún más, maltratándolos, golpeándolos, negándoles comida y una vida digna.
Estos monumentos representan a un animal derrotado, sin esperanza alguna de tener una familia o una mano amiga que le proporcione techo, comida, cuidados y sobre todo amor.
En su mayoría, los perros y los gatos abandonados o nacidos en la calle, ahí permanecen, ellos no tienen la misma expectativa de vida que los animales de casa, mueren jóvenes porque el abandono provoca desnutrición, maltrato y enfermedades, así que ellos morirán solos, enfermos, invisibles en cualquier rincón, calle, banqueta, o atropellados.
Los monumentos al perro callejero o abandonado han sido erigidos para crear conciencia en la sociedad sobre su trato, respeto y evitar el abandono de los animales, tanto perros, como gatos.
Imágenes de los Monumentos al perro de la calle o abandonado en diferentes partes del mundo.
Esta fue la primera escultura erigida en Europa para concientizar al humano sobre el cuidado y respeto hacia los animales abandonados o en situación de calle y, la segunda en el mundo, se encuentra específicamente en el Paseo Marítimo de Moaña (Pontevedra) desde 2010.
El monumento al perro callejero muestra una escena triste, un perro con actitud derrotada que tiene entre sus patas, a modo de protección a un gato que asoma temeroso, ya que es sabido que los animales en esta situación son constantemente maltratados por la gente sin conciencia.
Este monumento se creo gracias a Lela Soage, de la Protectora de Animales de O Morrazo, con la finalidad de crear conciencia sobre el abandono de animales, no tuvo costo alguno porque la piedra fue donada por la cantera del lugar y la artista Carmen Grandal, «Kika» la talló gratis.
Ruffo, el perro de Oviedo
Aunque Ruffo vivió en la calle casi toda su vida, no fue un animal maltratado y en apariencia no sufrió como la mayoría, ya que a Ruffo, cruza de Mastín con Pastor Alemán lo quería todo el pueblo, él apareció por las calles de Oviedo en los años 80s, las personas se encargaban de alimentarlo y darle caricias, a Ruffo le gustaba buscar los lugares de mayor concurrencia, como fiestas, desfiles y eventos sociales diversos, era muy querido y se habían acostumbrado a su presencia, así que cuando en una ocasión fue capturado por la perrera, la gente protestó para que se le dejara en libertad, los últimos años de Ruffo los pasó en un albergue para ser cuidado debido a algunos problemas de salud, donde vivió hasta septiembre de 1997, día en que murió por fallo renal.
Pasaron algunos años para que la estatua en honor a Ruffo fuera realizada, esto ocurrió gracias a una campaña de recolección de firmas que iniciaron varias personas y que fue apoyada por diversas plataformas, logrando recolectar cerca de 7 mil firmas. El monumento fue develado el 21 de septiembre de 2015, conmemorando así, la fecha de su muerte.
El monumento de Ruffo, el perro de Oviedo, es icónica en la ciudad y recuerda al perro callejero más querido del lugar, pero a la vez, crea conciencia sobre el cuidado de los animales de la calle.
“Peluso”
Este monumento se encuentra en la Avenida de los Insurgentes Sur, en la Ciudad de México, fue develado el 20 de julio de 2008. se creo a partir de la iniciativa de la organización Milagros Caninos y otras asociaciones afines.
En la placa se lee:
Mi único delito fue nacer y vivir en las calles o ser abandonado. Yo no pedí nacer y a pesar de tu indiferencia y de tus golpes, lo único que te pido es lo que sobra de tu amor. ¡Ya no quiero sufrir, sobrevivir al mundo es solo una cuestión de horror! ¡Ayúdame, ayúdame por favor! Peluso.»
“Peluso” murió cinco días antes de que fuera inaugurada su estatua; sus últimos meses de vida los pudo pasar rodeado de cariño en el Santuario para perros Milagros Caninos.
Hoy el monumento se encuentra en total abandono, haciendo más triste la imagen del perro abandonado, derrotado, y evidenciando aún más la indiferencia del humano.
Tristán y Soledad
Tristán y Soledad, son los nombres que la artista Elena Negueroles les dio a los personajes del monumento creado y donado por ella al que títuló «Callejeros», éste se encuentra en la Plaza Pinazo en Valencia, España.
En la escultura se ve a un perro recostado sobre una gatita, en ella la artista quiere mostrar la tristeza y la soledad en la que viven millones de animales, perros y gatos específicamente, cuando nacen en la calle o son abandonados, además, crear conciencia para evitar el abandono y propiciar la adopción, también es un homenaje para las personas que dedican parte de su vida a cuidarlos y alimentarlos, y precisamente es lo que se lee en la placa, “La ciudad de Valencia, a los animales abandonados y a las personas que los cuidan”.
Éstos y otros monumentos más se han colocado alrededor del mundo con la finalidad de concientizar a los humanos para que no abandonen a sus mascotas y para que brinden ayuda a los que se encuentran sin hogar.
Hace falta que los gobiernos implementen programas de esterilización de animales de la calle y adopciones responsables, trabajando conjuntamente con organizaciones, protectoras de animales y población en general
En la actualidad existen muchas organizaciones y protectoras de animales, pero son tantos miles, millones de perros y gatos abandonados o que nacieron en la calle, que es casi imposible rescatarlos a todos para darles una mejor vida.
Fotografía de portada de: Dalileo. Telera» perra rescatada de la calle después de haber sido ataca por varios perros, hoy vive con una familia responsable y cariñosa.
