«La espera contenida»
Si dejas que sueñe un momento,
podría romper los caminos,
esas hilachas de pensamientos mal vestidos,
que se agrupan como carteles fríos
en la noche aciaga y colgante del invierno.
Podri?a soplar en el cuenco de la muerte,
que deambula hipnotizada y deseosa
sobre la fragua hiriente de los sesos mal nutridos,
y vaciarlo por completo de tantos demonios que zancajean,
ciegos y torpes, por las rampas de la inepcia
y los suen?os mal dormidos.
Si los brazos de tus oi?dos se abren por un momento,
tal vez los peces muertos, ahogados en el delirio,
mecidos con tiesura por el mar embravecido,
recapaciten asombrados
y dancen paci?ficamente,
al compa?s de la antigua proclama del hacedor de sentidos.
Mas es ronco el sonido de intervalos ajumados,
roncos los senderos alisados,
sin piedras de tropiezo, ni barandas de puentes
que recuerden la baruca del camino.
Se desliza el ser humano por la espuma de sus tripas,
peregrino de su sombra y un cercano precipicio,
que aborrece las distancias,
largas y tortuosas,
de otros caminos distintos.
Me apeo en el altar de la esperanza.
Espero no sé qué, con un grito contenido,
con un hondo abrazo de metales.
No sé qué, pero espero,
espero en tu fuente de suspiros.
José Francisco Afonso González
José Francisco Afonso González: España
Fotografía: Argelia Castañeda
Muchas gracias por compartir, amiga Argelia 🙂
Muchas gracias a ti Francisco, saludos hasta España 🙂