El acto de toma de posesión a la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica de Barack Obama, llevado a cabo el 20 de enero de 2009 frente al Capitolio, se calcula que alrededor de 5 millones de personas presenciaron este acto histórico en el que el presidente número 44 de Estados Unidos es un hombre de origen afroamericano en el que millones de personas cifran altas esperanzas.
Previo a la toma de protesta Barack Obama con su esposa se dirigió a la Casa Blanca para tomar un café con el matrimonio Bush acto que se considera como una despedida protocolaria entre el presidente saliente y el presidente entrante, para después dirigirse al Capitolio.
En el Capitolio lo esperaban miles de personas para presenciar el acto, así como los invitados especiales entre los que estaban Thomas Jefferson y la tripulación del avión accidentado en el Río Hudson quienes fueron invitados por el propio Obama.
Barack Obama realizó la juramentación sobre la misma Biblia sobre la que juró Abraham Lincoln en 1861, con lo que dio inicio a su mandato como Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.
Siguiendo con su primer discurso como Presidente que fue escuchado con absoluto respeto y silencio, Obama dio inicio con un breve agradecimiento a su antecesor y ubicando a la nación sobre el estado en que inicia su mandato, enmedio de tormentas y nubarrones, crisis y guerras; retos que reconoce como reales pero no fáciles, prometiendo a los estaudidenses encararlos sabiendo que el camino no será fácil.
Barack también dijo que «la grandeza no es un regalo absoluto, debe ganarse».
Se calcula que sobre la explanada del Capitolio se encontraban alrededor de 2 millones de personas y que 2 de cada 3 personas en el mundo estuvieron atentas a la ceremonia y de las palabras de Obama.
Después del juramento al cargo, habrá un desfile desde la Avenida Pennsylvania hacia la Casa Blanca.
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