“La mitad de lo que digo no sirve para nada, pero lo digo para que la otra mitad pueda llegar a ti.” -Khalil Gibran
Tú, abuelo sin par, que amó entrañablemente a los hermosos retoños de sus retoños, en tus ojos brillaba una luz especial cada vez que a sus pequeños ojos asomabas, tu carácter que para muchos era fuerte, con ellos suavisaste de una forma especial y mágica…
Bastaba con ver la alegría con que los esperabas en esos días de visita, ya tenías listos esos libros grandes y pequeños que con sólo abrir y hurgar entre sus páginas surgía la lectura fácil que maravillaba a los chiquillos.
Y qué decir de tus interminables anécdotas de tus años mozos, que los dejaba boquiabiertos y saltaba en sus pequeños rostros la admiración. Supimos de tus gustos por el alpinismo, el fútbol y el ejercicio físico que no dejaste hasta muy mayor, gran conversador y bailarín. Enérgico pero responsable y amoroso padre, esposo, abuelo y suegro.
El abuelo Nacho: Hombre de gran lucidez y con una memoria admirable…no te fuiste, todos, quienes te quisimos te recordaremos con una sonrisa.
A ti te viene bien esta frase:
“La mitad de lo que digo no sirve para nada, pero lo digo para que la otra mitad pueda llegar a ti.” -Khalil Gibran
Descansa en paz
Imagen: «The Favorite» Georgios Jakobides (1853–1932)
Poderoso y bellísimo escrito… Un viaje a mi infancia y al abuelo que se queda en mis memorias. Gracias
Gracias Jorg por tu comentario, seguro así será : ))