«No aquel que goza, frágil y ligero»
No aquel que goza, frágil y ligero,
ni el que contengo es acto que perdura,
y es en vano el amor rosa futura
que fascina a cultivo pasajero.
La vida cambia lo que fue primero
y lo que más tarde es no lo asegura,
y la memoria, que el rigor madura,
no defiende su fruto duradero.
Más consiente el sabor áspero y grueso,
el color que a la luz se desvanece,
la materia que al tacto se destroza.
Y en vano guarda su variable peso
el árbol y su forma se endurece,
y el mismo instante se revive y goza.
Jorge Cuesta