Este precioso y curioso espécimen al que vemos chupándose el dedo como cualquier bebé, es Muki el pequeño babuino que fue rechazado por su madre, se encuentra ahora el el zoológico de Pecs, en Budapest, quien ahora recibe los cuidados y cariño de Judit Inkeller dentro del zoológico.
Muki es un pequeño Hamadríade o babuino de apenas un mes de nacido, y fue en la antiguedad adorado como Dios por los egipcios.
Vía: La Voz de Galicia