«La hora»
Tómame ahora que aun es temprano
y que llevo dalias nuevas en la mano.
Tómame ahora que aun es sombría
esta taciturna cabellera mía.
Ahora que tengo la carne olorosa
y los ojos limpios y la piel de rosa.
Ahora que calza mi planta ligra
la sandalia viva de la primavera.
Ahora que mis labios repica la risa
como una campana sacudida a prisa.
Después…, ¡ah, yo sé
que ya nada de eso mas tarde tendré!
Que entonces inútil será tu deseo,
como ofrenda puesta sobre un mausoleo.
¡Tómame ahora que aun es temprano
y que tengo rica de nardos la mano!
Hoy, y no mas tarde. Antes que anochezca
y se vuelva mustia la corola fresca.
Hoy, y no mañana. ¡Oh amante! ¿no ves
que la enredadera crecerá ciprés?
Juana de Ibarbourou
Imagen de: Chausinho-Flickr
Sutil poema, tenía que ser de mi tocaya, con el respeto que se merece como poeta y como dama encantadora, al igual que mi amiga Argelia. Las mujeres son oxígeno para mis sentimientos espirituales. Saludos de Don Juan.
Hola mi querido amigo y artista Juan, leer tus comentarios siempre es grato: ))
En verdad es hermosa y sutil la letra del poema, y mira que ya había leído antes a Juana tu tocaya, y hasta hoy encontré este poema tan lindo : ))
Un saludo y un beso