Golfo de México: Daños impredecibles por el derrame de la British Petroleum (BP) provocado por la explosión accidental de la torre de perforación el pasado 20 de abril, considerado como el de mayor gravedad hasta el momento en los océanos.
Cuantiosos e impredecibles los daños ecológicos y económicos causados por el derrame de casi 5 millones de barriles de crudo.
Según estadísticas de la National Oceanic and Atmospheric Administration, de los 4.9 millones de barriles derramados:
17 % Se recuperó en el mismo sitio del derrame
5 % Se quemó
3 % Se limpió de la superficie del océano
25 % Se evaporó
16 % Se dispersó en forma natural
8 % Se dispersó con sustancias químicas
25 % Aún se encuentra en la superficie del mar y en las costas
Pero ¿qué ocurrió a partir del momento del derrame en las aguas oceánicas?; como es lógico el petróleo se extendió y llegó a las costas y los pantanos, otro tanto, tal vez demasiado, se quedó en el fondo del mar y, según los expertos forman hoy grandes y preocupantes columnas de crudo y gas natural, lo que aún no predicen es qué pasará con ese petróleo que aún se encuentra en el fondo, hacia dónde se moverá y sobre todo cómo impactará -aún más- en la vida de los seres del océano, del medio ambiente y del propio humano.
La compañía British Petroleum ha informado hoy en su sitio oficial que se han completado los trabajos para sellar el pozo inyectando cemento, con esta maniobra se piensa que el problema del derrame se frenará por completo.
Durante los tres meses que el pozo estuvo vertiendo petróleo al mar murieron cientos de animales y plantas. Muchas otras especies quedaron en peligro de extinción al morir animales en edad y momento de reproducción al cruzar por las aguas contaminadas y no poder llegar al lugar de su apareo, esto podría ocasionar una baja considerable en estas especies y provocar su extinción.
¿En qué medida quedaron contaminadas las aguas y los animales?, ¿cuántos y por cuánto tiempo más seguirán muriendo por la misma causa?.
Por desgracia un derrame de petróleo no es un desastre natural.
Imagen: Greenpeace Argentina