«Desvarío»
En la penumbra de mi aposento te aguardo,
estático, insomne, silencioso y afligido,
aún cuando no te conozco te presiento
y cada noche dibujo tu rostro de forma diferente
artista desquiciado; en delirio febril inagotable.
Esta noche quiero pintarte de luna desnuda,
provocativa, sensual.
Colocar en la cima de tus senos
luceros titilantes que indiquen el camino
a las perturbadoras oquedades de tu pubis
allí fijaré la estrella de Oriente
para que anuncie el final de mi locura
Diógenes Armando Pino Ávila
San Miguel de las Palmas de Tamalameque 2008